CURIOSIDADES
La idea de poner en marcha la Feria de Abril de Sevilla partió de un catalán, Narciso Bonaplata y un vasco José María Ybarra. La elección de la capital hispalense no fue baladí. Tras sus múltiples viajes de negocio, quedó fascinado con la ciudad y decidió, en 1846 junto al empresario vasco, realizar un certamen ganadero.
2. A la moda
Lo habitual durante la Feria de Abril es encontrarte a las sevillanas con el tradicional vestido de flamenca. Es la puesta de largo para estas señaladas fechas, momento en que cada una, dentro de sus posibilidades económicas, intenta lucir sus mejores galas. El precio puede rondar los 300€ (precio nedio en la reputada empresa familiar Aires de Feria )aunque, como en casi todo, los hay más caros y más baratos. Los diseños y los colores varían con las modas. El amarillo gana enteros en esta edición.
3. La influencia iberoamericana
El traje de flamenca se consagró a partir de la Exposición Iberoamericana que se celebró en Sevilla en el año 1929. Este evento pretendía servir de hermanamiento entre los países de ambos lados del océano atlántico aunque tuvo que hacer frente a la rivalidad que suponía la celebración de la Exposición Internacional de Barcelona en esas mismas fechas. Muchos años después, Sevilla acogería la EXPO Universal de 1992.
4. Huyendo de la Semana Santa
En 1848, la Feria de Abril de Sevilla comenzó en plena Semana Santa coincidiendo con el lunes, martes y miércoles santo, algo que resulta impensable hoy por hoy. Bien es cierto que, por aquel entonces, no había procesiones en esos días.
5. La República
El 14 de abril se proclama la República, cuando tan solo faltaban
tres días para dar el pistoletazo de salida a la Feria de Abril de
Sevilla. Esto conllevó duplicar los esfuerzos organizativos de última
hora para completar el recinto con las banderas tricolor del nuevo
régimen. Esto llevó un coste: 13.250 de las pesetas de entonces.
6. Lunes, día señalado
La Feria de Abril de Sevilla tiene un protocolo estipulado para dar
comienzo: lunes a las doce de la noche con el alumbrao y la tradicional
cena del pescaíto. No obstante, no se dejan las cosas para última hora y
los sevillanos y turistas pueden ver la tradicional ‘portada’ montada
desde días antes.
7. ¡A rico pescaíto!
El pescaíto se ha convertido en uno de los platos típicos y más
socorridos durante la Feria. Tanto es así que, como decíamos
anteriormente, es la cena tradicional en la noche del alumbrao. Este
nombre no es casual ya que se debe a la falta de pescado fresco los
lunes obligando a rebozarlo y freírlo, convirtiéndolo en ‘pescaíto’.
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